domingo, 2 de abril de 2017

SAPO Y SEPO "EL SOMBRERO" de Arnold Lobel



En el cumpleaños de Sepo, Sapo le regaló un sombrero.

Sepo estaba encantado.

—Feliz cumpleaños —dijo Sapo.

Sepo se puso el sombrero. Se le hundió hasta los ojos.

—Lo siento —dijo Sapo—. Ese sombrero es demasiado grande para ti. Te regalaré otra cosa.

—No —dijo Sepo—. Este sombrero es el regalo que me has hecho. Me gusta. Lo llevaré puesto así.

Sapo y Sepo se fueron a dar un paseo.
Sepo tropezó con una roca.
Chocó contra un árbol.
Se cayó en un hoyo.

—Sapo —dijo Sepo—. No veo nada. No voy a poder llevar tu precioso regalo.
Es un triste cumpleaños para mí. 
 

 
Sapo y Sepo se sintieron tristes durante un rato.

Luego Sapo dijo:

—Sepo, ya sé lo que debes hacer. Esta noche cuando te vayas a la cama debes pensar en unas ideas muy grandes. Esas grandes ideas harán crecer tu cabeza. Por la mañana te puede sentar bien el nuevo sombrero.

—Qué buena idea —dijo Sepo.

Aquella noche cuando Sepo se fue a la cama pensó en las ideas más grandes que pudo pensar.
Sepo pensó en girasoles gigantescos.
Pensó en altos robles.
Pensó en enormes montañas cubiertas de nieve.
Luego Sepo se durmió.

Sapo entró en casa de Sepo.
Entró silenciosamente.
Sapo encontró el sombrero y se lo llevó a su casa.
Sapo echó agua al sombrero.
Puso el sombrero secar en un sitio caliente.
Empezó a encoger,
El sombrero se redujo cada vez más.

Sapo volvió a casa de Sepo.

Sepo estaba todavía profundamente dormido.

Sapo volvió a colocar el sombrero en la percha donde lo había encontrado.

Cuando Sepo se despertó por la mañana, se puso el sombrero en la cabeza.
Le venía exactamente a la medida.

Sepo corrió a casa de Sapo.

—¡Sapo, Sapo! —gritó—. Todas esas grandes ideas han hecho mucho más grande mi cabeza. ¡Ya puedo llevar tu regalo!

Sapo y Sepo fueron a dar un paseo.
Sepo no tropezó con una roca.


No chocó contra un árbol.
No se cayó en un hoyo.

Resultó un día muy agradable el siguiente al cumpleaños de Sepo.


FIN

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